Surf Xperience: más que solo una clase
- Camila Chong
- 9 mar 2023
- 8 Min. de lectura
Más allá de solo una escuela para aprender a correr tabla, Surf Xperience te ofrece una salida para despejarte de la rutina y relajarte de los problemas cotidianos de los estudios y/o el trabajo. Asimismo, te presenta al surf como un estilo de vida que puede cambiar tu rumbo de forma sana, segura y divertida, totalmente adaptable a tu disponibilidad.
Escribe: Camila Chong
Para iniciar, por favor, preséntate: ¿quién es Iago Sierralta?
Soy estudiante de Administración, 8vo ciclo. Entré a la UP en 2019-1, y tengo 22 años.

En tus palabras, ¿qué es Surf Xperience para ti?
Bueno, de hecho, para mi vida, es todo. Ahora, aparte de la universidad, le dedico bastante tiempo a mi escuela. Pero si lo veo como idea o concepto, me encanta verlo como una salida o un escape de la realidad, de los problemas y de todos los temas de la vida cotidiana. Y este escape es hacia un momento de paz con uno mismo mientras haces deporte. Yo creo que eso es lo que define a Surf Xperience.
Para esto, les comento que tengo dos escuelas que funcionan como una: la primera es Surf Xperience, que básicamente
ofrece la experiencia de relajarse, hacer deporte y pasarla bien con amigos. La segunda es Life by Surf Xperience, que se enfoca en el estilo de vida de aquellos que desean aprender a correr tabla para entrenar, evolucionar su nivel y sacarse la mugre (de cualquier nivel: desde principiantes hasta avanzados).
Entonces, ¿Surf Xperience es para aquellos que desean una experiencia breve y Life es para los que piensan entrenar de forma más estricta y exigente?
Sí, exacto. Aunque también uno podría quedarse en Surf Xperience mil años. Lo que pude identificar -aplicando bastante los conceptos de la universidad- es que hay dos tipos de clientes: unos que sí quieren aprender a correr tabla y moldear su vida alrededor del surf y otros que solamente quieren un escape, lo cual no está mal. Por ahí, hace un tiempo un alumno me decía: “me encanta correr tabla pero no sé si pueda evolucionar mucho porque no tengo tiempo” o “se me hace difícil cuadrar mis horarios de alimentación (porque también damos consejos y rutinas sobre ello)”. Y yo le decía “no estás obligado a sacarte la mugre… Si solo quieres venir a divertirte, ya estás haciendo todo bien”. Así, puedes quedarte en Surf Xperience toda la vida, pero es algo más de divertirse.
¿Cómo tomaste la decisión de abrir una escuela de surf? ¿Qué fue lo que te inspiró?
Para mí, desde pequeño, el surf ha sido mi vida . Mi papá es surfista y me inculcó este deporte desde los cuatro años. Siempre he estado apegado al surf; sin embargo, la parte de la competencia no me gustaba mucho… Sí me gustaba organizar eventos, ayudaba a mi papá en su tour latinoamericano tabla y yo disfrutaba estar con él, pero siempre quise tener algo por mi cuenta. De pronto, a los quince años, empecé a enseñar, a “cachuelearme”. Luego, a los dieciséis, por primera vez me contrató una escuela. Me encantó la idea de transmitir mi pasión y me hizo enamorarme de esta industria de enseñar y ver cómo puede cambiar su vida o, al menos, su día.
Hice unos cursos en la FENTA (Federación Deportiva Nacional de Tabla). En 2017-2018, mi papá abre una escuela para ejecutivos, llamada Surf Xperience. Para esto, yo ya había salido rankeado. Trabajé en el Club Terrazas así como en varias escuelas de Barranquito y Makaha. Él me pidió que lo apoye con eso y así estuve hasta antes de la pandemia. Cuando llegó la cuarentena, ya nadie corría tabla y mi papá dejó el proyecto.

En julio de 2020, dos alumnos de mi papá me escribieron directamente a mi WhatsApp para que les dicte clases. Averigüé en la municipalidad sobre los permiso
s y comencé a hacer los trámites para poder dictar. Ellos eran abogados con el mismo perfil: no tenían la pinta de surfers, pero les encantaba y les relajaba. Y así se fueron sumando muchos más, y tuve que comenzar a contratar a más gente: amigos de la playa que consideraba los más correctos. Uno de ellos fue Joel, mi actual socio.
Más adelante, me fui de Work and Travel a Hawaii y, al regresar, vi talento en Joel, a quien había delegado la escuela y es ahora mi socio. Es el mejor dando clases y tiene algo muy importante: criterio.
Para resumir, Surf Xperience nace ante la mezcla de mi pasión por compartir lo que siento y me hace feliz, y las oportunidades que se me dieron. Además, tengo a la Pacífico que me da mucho conocimiento aplicable en mi escuela.
Y, durante tu trayectoria, ¿cuáles consideras que han sido los principales desafíos que has enfrentado?
De hecho, ningún emprendimiento es fácil: eres tú solo contra el mundo. No hay nadie que realmente te quiera ver crecer más que cercanos. En cuanto a mí, el mayor reto fue trabajar y estudiar a la vez. No se respetan los horarios de clase e incluso una vez he tenido que salir de un examen para contestar una llamada y resolver un problema en la playa que nadie más podía hacer. Es decir, tengo una desventaja frente a mis compañeros que disponen de más tiempo para entender los temas o relajarse, mientras yo debo mapear las clases, coordinar con los profes, hablar con clientes, supervisar las ventas… Y, justamente por ello me asocié con Joel, porque me di cuenta de que la escuela estaba creciendo más de lo que podía abarcar.
Dejando de lado la historia de la escuela, hoy en día, ¿cuáles son los valores que tratas de transmitir? ¿Cuál es el impacto que esperas generar sobre ellos?
El primero es cambiar vidas: servir como una salida para probar algo nuevo y lograr que se atrevan a vencer el miedo. Me encanta cuando los alumnos me dicen que están aterrados de entrar al mar, pero que luego de probar la experiencia, salen encantados con el deporte. En esos momentos, me doy cuenta de que les estoy aportando a su vida mediante el deporte que amo. Recuerdo que tenía un ex-alumno de la escuela de mi papá, el típico businessman egocéntrico, mala onda y cuadriculado que, luego de un año, cambió su rumbo: cambió de trabajo y va por ahí más relajado y feliz, todo ello por encontrar su pasión.
Lo segundo es inculcar lo de diversión sana y segura. Para los alumnos, quiero que mejoren su salud, hagan deporte y se conecten con la naturaleza. De hecho, hay muchos estudios que avalan lo beneficioso que es meterse al agua fría, levantarse temprano y liberar endorfinas, y ello lo trato de mantener dentro de la empresa. Asimismo, al buscar profesores, priorizo que tengan habilidades blandas, educación en el sentido de valores de casa más que sean los mejores empujando tablas y todo lo técnico (porque eso se puede enseñar a diferencia de llegar temprano, no faltar el respeto a los alumnos y comprometerse con su crecimiento).Y, teniendo en cuenta que es un deporte extremo, siempre me aseguro de que mis empleados entiendan y les importe realmente el proyecto.
Finalmente, hablando con mi socio, surgió la idea de formar profesores fieles a nuestra escuela y a quienes podemos cambiarles la vida, brindándoles trabajo como una ONG, ya que él acaba de obtener su certificación de enseñanza de la International Surfing Association (Brasil).
¿Qué es lo que le dirías a aquellas personas que aún no se animan a practicar surf? Quizás por temor o porque es una actividad que nunca se imaginarían hacer, por ejemplo.
Yo soy bien payaso con esta gente, me encanta el humor y sé que la forma de convencerlos es a través de este. Les suelto frases como: “el que tenga miedo a morir que no nazca” o “el miedo es lo que nos mantiene vivos”, las cuales tienen algo de verdad. Siempre les digo que racionalicen sus miedos; les pregunto “¿tienes miedo a ahogarte?”, me responden que no (y con cierta razón, ya que mi socio y yo somos salvavidas), o “¿tienes miedo a golpearte?”, “¿te avergüenza hacerlo mal? Pero si nadie te verá…”. Entonces, se resume todo al miedo a lo desconocido, a no saber qué va a pasar y al rechazo a probar algo totalmente nuevo. Lo peor que puede pasar es que uno se vuelva adicto, tire su casa por la ventana y se vuelva un surfer hippie… Eso es lo único que no te puedo prometer que no vaya a pasar. De ahí, el surf es el deporte más lindo del mundo, cambia vida y el miedo solo se tiene por no haberlo intentado antes.
En línea con lo de sano y seguro, nosotros estamos más que capacitados para dar clases a cualquier alumno, conocemos las playas y cuáles llevar a cada uno. Admito que, sí, soy cero modesto respecto a ello porque a esta industria la conozco de pies a cabeza, y mi socio aún más. Tenemos las herramientas para asegurarnos de que nuestros alumnos salgan de la clase bien y es nuestra prioridad salvaguardar su salud y su diversión. En Surf Xperience, si quieres reír, ríe; si quieres una catarsis en medio del mar, llora… pero lo importante es probar. Puede que no sea para ti, mas nunca he escuchado a alguien que me diga que se ha arrepentido de haberlo intentado. Si convenzo a alguien que se muere de miedo, siempre acaban siendo los más fieles y los que se enamoran del surf, puesto que se combina el sentimiento de haberse mandado y todo lo pasional de este deporte. Nunca ha habido alguien que me haya dicho que estuvo “maleadazo”, al contrario, vuelven al día siguiente para hacerlo otra vez.
Y yo creo que eso te ayuda para tu vida, porque sienten que pudieron con esto y los motiva a atravesar muchas otras limitaciones. Comienzas con probar el surf y, de pronto, te das cuenta de que puedes probar cosas nuevas: te mandas con la chica que te gusta, aplicas a ese trabajo que querías, vas sin miedo a ese examen difícil… A esas personas con miedo, les doy mi palabra de que con nosotros nada malo les pasará y les digo que no se van a arrepentir.
Respecto a su stand en la feria de emprendedores en La Placita, ¿cómo les fue?
Estuvimos ahí el miércoles y el jueves. Me encantó el apoyo y ver la cantidad de alumnos que encajaban con el perfil que busco y con la idea de despejarse de la presión académica. Por ahí, un chico me comentaba: “No sé cómo despejarme de mi parcial de mate; estoy con mi familia y viene a mi mente”, a lo que le dije que, en el mar, no hay papel y solo iba a estar él consigo mismo. Y se animó a inscribirse. Apliqué lo mismo que me pasó a mí cuando jalé Nive de Mate, cuando estaba frustrado, me fui a correr tabla y me olvidé de eso.
Entonces, me gustó la acogida y vamos a seguir más en la Pacífico para cambiar vidas, presentando este hermoso deporte a más personas. Además, esp
ero que este negocio crezca y ojalá que valgan todas las noches en vela y los exámenes sacrificados.

Finalmente, existe un prejuicio de que los surfers deben levantarse temprano para agarrar las mejores olas, ¿qué les dirías a esas personas que no tienen esa rutina?
Hay aspectos técnicos que los principiantes aún no podrían entender, a comparación de los avanzados que sí se levantan temprano porque quieren la ola perfecta. Y sí es cierto que las olas de la mañana son las mejores, pero el Perú tiene la bendición de ser uno de los únicos países del mundo que tenemos olas a todas horas, en cualquier momento del año y en todo lugar. Por eso, en Surf Xperience, ofrecemos una amplia gama de horarios: estamos desde las 6:30 a.m. hasta las 4:00 p.m. para adaptarnos a los tiempos de los clientes. Por ejemplo, a las 2:00 p.m. sale el sol -lifehack-, hay poca gente y, de hecho, es uno de los horarios más pedidos entre estudiantes.
Para cerrar, me gustaría decir que el surf no es un deporte, sino un estilo de vida. Yo no soy de meterle mucha espiritualidad a la escuela, pero sí destaco lo de libertad y que cada quien puede vivir su vida y su surfing a su manera (sea escape o entreno intenso), a sus tiempos y a su disponibilidad. El surf moldea la vida, no al revés. Y les dejo con la frase: “el mejor surfista es el que más se divierte”.

PING PONG CON IAGO
¿Punta Hermosa o playas del norte?
Punta Hermosa
¿Enseñar o correr?
Enseñar
¿Ser administrador o profesor?
Administrador
Si no fueras surfer, ¿qué otro deporte practicarías?
Fútbol
¿Mejor hora para correr?
2pm
¿Mejor curso de la UP?
Eco 1
¿Peor curso?
Derecho tributario
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