Semana laboral de 4 días: ¿más cerca de lo que pensamos?
- Daniela Vitor
- 8 abr 2023
- 3 Min. de lectura

Es lunes por la mañana. Llevas en mano un café bien cargado y cuentas los días para que sea fin de semana. Sientes que no has descansado casi nada y tienes una lista de pendientes más extensa que la cantidad de horas en el día. Te preguntas cuándo podrás descansar, y te quejas de no tener suficiente tiempo para hacer lo que te gusta.
Escribe: Daniela Vitor
Los días de semana parecen interminables. Y cuando al fin es sábado, tu mente siente ese alivio de poder tener unos días de respiro y relajarte un poco de la rutina. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, ya es domingo por la noche de nuevo y debes alistarte para comenzar una nueva semana de responsabilidades. Sientes que no has descansado absolutamente nada y nuevamente te ves el lunes con un café bien cargado y una nueva cuenta regresiva hacia el siguiente fin de semana.
A veces nos detenemos a imaginar cómo sería nuestra vida si tuviéramos tan solo un día más de descanso. Tal vez podríamos avanzar con algunos pendientes, dedicarle más tiempo a nuestros seres queridos o incluso invertir en aprender alguna nueva habilidad.
¿Y qué pasaría si te dijera que esta ya es una realidad para muchas personas?
Algunos gobiernos han implementado a lo largo de los años planes piloto en ciertas empresas e incluso en ciudades de su territorio. Estos experimentos consistieron en recortar un día de la semana laboral, manteniendo el mismo sueldo y las mismas responsabilidades.
Suena a una propuesta muy ambiciosa, e incluso nos lleva a cuestionar si algo así funcionaría en nuestro país, teniendo en cuenta las características del mercado laboral que presentamos.
A lo largo de las siguientes líneas, abordaremos este controversial tema y sus implicancias en la vida del trabajador.
Ejemplos a seguir
Hace casi cien años, la semana laboral duraba 6 días y los trabajadores sólo tenían el domingo para descansar. Sin embargo, luego de la revolución automotriz, Henry Ford impulsó la idea de solo 5 días de trabajo bajo la hipótesis de que esto permitiría aumentar la productividad de los trabajadores. Y no se equivocaba, pues hoy en día es el régimen de trabajo que todos conocemos. ¿La historia se podría volver a repetir?
Era el año 2015 cuando Islandia decidió ser uno de los pioneros en esta innovadora forma de trabajo. Dos mil quinientos trabajadores fueron los elegidos para el experimento, el cual duró 5 años y arrojó resultados contundentes. A pesar de mantener la misma carga laboral y el mismo sueldo, el 86% de los trabajadores de Islandia preferían este régimen al punto de negociarlo con sus empleadores.
Algo muy parecido ocurrió en las oficinas japonesas de Microsoft durante el 2019. El país presentaba altos índices de burnout y depresión por el exceso de trabajo. Sin embargo, tras la implementación de esta iniciativa, la productividad aumentó en un 40% y los trabajadores afirmaron sentirse más motivados.
Además de estos dos países, muchos otros también han decidido incursionar en esta propuesta: Alemania, España, Nueva Zelanda, y la lista podría continuar. Todos estos han llegado a la misma conclusión: recortar un día de trabajo aumenta la productividad y son muchos los trabajadores que quieren ceñirse a este nuevo modo de trabajo.
Opiniones controversiales: la otra cara de la moneda
A pesar de los resultados positivos, no se debe dejar de lado algunas desventajas e incluso problemas que esta propuesta trae consigo.
Debido a que se mantienen las mismas responsabilidades pero se tienen menos días para realizar todos los pendientes, los trabajadores suelen tener una mayor carga de trabajo. Esto puede significar un agravante en el estrés laboral, por lo que debemos ser muy cuidadosos al momento de incentivar este régimen.
Además, en algunos casos, los trabajadores que participaron en estos experimentos expresaron su preocupación en torno al nuevo día libre. Muchos de sus jefes esperaban que estuvieran disponibles y conectados durante ese día en caso se les necesitara. Es debido a esto que sentían que la semana laboral no duraba 4 días como la propuesta impulsada.
Incluso algunos trabajadores expresaban su preocupación en torno a los ascensos. Al negociar un puesto más alto, algunos superiores les exigían que regresen a un régimen de 5 días, por lo que sentían que esta propuesta los podían llevar a estancarse en sus carreras.
Y tú, sabiendo todos los pros y contras de este régimen de trabajo, ¿estarías dispuesto a probarlo?
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