La misión de difundir el quechua y sus raíces a hombros de dos amigas
- Daniela Quintana
- 2 sept 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 20 feb 2024

Escriben: Francesco Calmet, Daniela Quintana y Liuba Silva. Integrantes de Business Pills Podcast.
Basado en Temporada1, Episodio 20. Escúchelo aquí.
Se dice en la Universidad del Pacífico (Perú) que “las amistades del primer ciclo son para toda la vida”, y, Émely y Patricia, mejores amigas y emprendedoras, lo saben. Se conocieron en las aulas de economía y administración y tras presentar su innovadora idea de clases de quechua a Emprende UP, comenzó una larga trayectoria que hoy sigue rindiendo frutos. Pese a que han tenido que adaptarse a situaciones extraordinarias, como una pandemia, SAPHI en la actualidad está posicionada como una de las mejores academias de quechua chanca y collao en el Perú.
Émely Cóndor, egresada de economía especializada en el sector público, y Patricia Flores, egresada de administración enfocada en Startups, decidieron unirse en el año 2020 y, a pesar de encontrarse en medio de la pandemia, no dudaron en iniciar el camino para hacer realidad su sueño: crear una escuela virtual de quechua que llegase a todos los rincones del país.
¿Cómo surgió la idea? Durante su viaje a Cusco en su niñez, Émely quedó intrigada al escuchar un enigmático idioma en labios de dos señoras locales. Este encuentro desató su deseo por las lenguas andinas, una pasión que persistió a pesar de las limitaciones en su entorno. Es así como inicia la búsqueda de un equipo y se encuentra con Patricia, quien es su mejor amiga desde el primer ciclo. Ambas vieron en la otra el espíritu emprendedor y el mismo interés en el quechua, por lo que no dudaron en aventurarse en fundar SAPHI.
Es así como en julio del 2020, las jóvenes apostaron por SAPHI (pronunciado “sapi”) y se formalizaron tan solo en noviembre del mismo año. Este es un emprendimiento social que busca revalorizar la lengua milenaria a través de clases virtuales donde enseñan quechua collao y chanca. Sin embargo, su propuesta no se limita a eso, sino que busca transmitir la riqueza cultural que la anima, trascendiendo las pantallas y las distancias para tejer una conexión duradera entre el lenguaje y la cultura que lo respalda. De por sí ya existen estigmas entre peruanos respecto a la cultura andina, por lo que difundir la enseñanza del quechua promueve la reducción de brechas sociales en el Perú. En efecto, reduce la vergüenza lingüística y permite que inclusive servicios públicos sean brindados en quechua para personas que no saben español.
Trazar una línea entre la amistad y el trabajo ha sido muy importante para no perder esa magia de amigas que desarrollaron durante la universidad. La confianza que se tienen ha sido vital para superar los obstáculos que se presentaron en las primeras etapas del desarrollo de SAPHI, a medida que crecía la empresa sus conversaciones pasaron de “oye, vamos al cine” a “tenemos dos reuniones con estas empresas mañana”. Son el equipo perfecto: Émely aporta ideas creativas y no tiene miedo a nada, mientras Patricia es el filtro de que los objetivos que se trazan sean viables y alcanzables.
"UNA EMPRESA ES EL REFLEJO DE LOS DUEÑOS"
- Patricia Flores
Con la llegada de la pandemia Émely y Patricia lanzaron sus primeras clases modelo aprovechando la facilidad que traían consigo las clases virtuales: las personas pasaban mucho tiempo en casa por su seguridad, así que contaban con mucho tiempo libre. Sin embargo, conforme se iba normalizando la situación, notaron que sus clientes pagaban por el paquete de clases pero no las terminaban. Parecía que la demanda por clases presenciales estaba volviendo con fuerza, por lo que no dudaron en tomar acción inmediatamente para adaptarse al nuevo contexto.
El principal apoyo de SAPHI fue Emprende UP y para entenderlo debemos remontarnos a sus inicios. Émely ya tenía planeado inscribirse en el programa de pre-incubación que este reconocido centro ofrece, pero Patricia la motivó a no perder más tiempo y ofrecer dos clases de prueba gratuitas para evaluar si el producto sería rentable. Emplearon todas las herramientas a su alcance en ese momento y recibieron a cerca de 500 personas en total entre ambas sesiones. Luego, lanzaron sus primeras clases pagadas con 23 inscritos, con lo cual lograron más que cubrir sus costos.
¿Sabías que… ?
SAPHI se pronuncia sapi y significa “raíz”.
Émely y Patricia iniciaron SAPHI a pesar de no saber quechua. Fue su gran interés en la lengua lo que las motivó a iniciar este proyecto.
De esta manera ingresaron al programa de pre-incubación de Emprende UP con un avance de este importante proyecto que las llevaría tan lejos a nivel profesional. Con su ayuda tuvieron acceso a asesores financieros y comerciales, quienes les ayudaron a lograr tener un crecimiento rápido y estable.
Gracias a esto SAPHI se expandió y las oportunidades comenzaron a surgir: tuvieron la oportunidad de trabajar con el Ministerio de Cultura para el Proyecto del Bicentenario así como trabajar con grandes marcas como Topitop y Mibanco. Además, pudieron crecer como empresa social ya que gracias a la visibilidad y creciente popularidad de SAPHI pudieron trabajar con diversos centros de salud que no contaban con la atención adecuada para las personas quechuahablantes. Cabe resaltar que Émely y Patricia también cuentan sus trabajos y responsabilidades que manejan en paralelo a SAPHI , por lo que para estar alertas a diferentes oportunidades para su emprendimiento con marcas y empresas tanto privadas como públicas superaron los diversos percances al momento de comunicar ideas y propuestas.
Si bien SAPHI inició solo como una propuesta de dictar clases, Émely y Patricia no dudaron en aprovechar la oportunidad de ampliar su oferta para seguir difundiendo el quechua. Claudia Ale, una amiga en común, les presentó el proyecto TINKUY, un juego educativo de cartas que permite a niños, jóvenes y adultos aprender las bases de esta lengua de manera divertida. Este proyecto tuvo gran acogida tras su lanzamiento y, posteriormente, se vendió en reconocidas librerías alrededor del país. Además, en línea con su motivación de emprendimiento social, decidieron contribuir con el 10% de las ganancias a la ONG Yachay Wasi. Con ello contribuyeron a la educación de cientos de peruanos y dejaron la valla alta para los futuros emprendimientos relacionados a la difusión de nuestra cultura alrededor del país.
La misión de SAPHI sigue su curso, con más de seis cursos de quechua impartidos por maestras expertas y una demanda en constante aumento. Esta lectura destaca las grandes mentes que respaldan este proyecto excepcional y esperamos que tú, lector, no pierdas la oportunidad de formar parte de esta iniciativa para preservar y difundir la maravillosa lengua andina. Tu entusiasmo puede ser el impulso que se necesita en este emocionante recorrido.
En sus inicios, SAPHI surgió como una idea de dos amigas que soñaban con iniciar un proyecto relacionado al quechua. Sin embargo, nunca imaginaron el impacto positivo que llegaría a tener en la forma en que los peruanos valoran su cultura.
Este innovador emprendimiento social busca revalorizar la cultura quechua a través de clases, juegos y talleres. Iniciaron operaciones durante la pandemia y continúan en un constante aprendizaje para brindar el mejor servicio a sus clientes.
¿Dictan clases presenciales? ¿Qué las motivó a aventurarse en el mundo del emprendimiento? ¿Cuáles son sus futuros proyectos? Si quieres saber más sobre SAPHI, narrado desde la perspectiva de Émely y Patricia, te invitamos a escuchar su episodio completo en Business Pills Podcast.
Episodio en Spotify
“T1E20. Saphi, la startup peruana que acerca el quechua al empresariado - Émely Cóndor y Patricia Flores”:
Imágenes

Émely Cóndor Patricia Flores Logo de SAPHI
Referencias
Dávila, C. (2012). Empresariado en Colombia: perspectiva histórica y regional. Bogotá:
Universidad de los Andes. Capítulo 2: Esquema analítico (EAHE) para adelantar
estudios de historia de empresarios, pp. 267-280.
Valdaliso, J.M. y S. López (2000). Historia económica de la empresa. Barcelona: Editorial
Crítica. Capítulo 1: El empresario visto por los economistas, pp. 11-32.
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