Una moneda para toda Sudamérica – sí, así como el euro-, buena idea ¿no?
- Gino Ayala
- 23 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 may 2023
Tomando como base a la iniciativa de Brasil y Argentina de compartir una misma moneda, me pregunto, ¿sería buena idea implementarla, pero en todo Sudamérica? Ya sabemos que funciona en la Eurozona, pero ¿pasará lo mismo en nuestra situación? Esa es la pregunta que este artículo pretende responder.

Empezando con los tecnicismos, el que una región comparta la misma moneda bajo un mismo banco central del que los demás países son partícipes se llama una unión monetaria, así como lo es la Unión Europea y el euro.
Brasil y Argentina hace poco plantearon la idea de que ambos países compartan una misma moneda. Sin embargo, políticas similares ya se habían planteado mucho antes sin éxito, tal como lo podemos recordar en el caso de Mercosur ¿por qué? La respuesta es que en políticas como estas, unos países pierden y otros ganan; además, está la complicación de organizar a todos los países y llegar a un consenso.
Primero, las diferencias económicas entre los países de Sudamérica son bastante considerables. Por ejemplo, Perú al tener muy buenos indicadores macroeconómicos podría verse perjudicado con una moneda regional pues “-Perú- se compraría todos los problemas de todos los retos formidables que hay hacia adelante cuando no tenemos la misma situación ni monetaria, ni fiscal, ni financiera que esos países” según Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research. Así como el caso peruano, otros países no le ven un balance ventajoso a la política, pues la propuesta generó varias reacciones negativas en distintos países en la región.
Entonces, ¿qué debería pasar para que una política como la mencionada tenga éxito? Cuatro cosas tienen que coincidir entre los países: tamaño de la economía, política monetaria común, política fiscal común y condiciones cambiarias similares. Situaciones que a lo largo de la región visiblemente no pasan, tenemos países tan cerrados como Venezuela o Argentina, otros con políticas más abiertas como Perú o Chile u otros con un sistema medio como Colombia. Como región, es muy difícil -incluso iluso- pensar que la visión de todos estos países se alineen para poder hacer una unión monetaria.
¿Por qué funcionó en Europa entonces? Simple, el largo proceso se consolidó a través de una integración regional que además involucraba proyectos de construcción, política y una visión como sociedad, situación que hoy por hoy no vemos posible en el caso latinoamericano.
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