Eres más que unos simples números
- Camila Chong
- 9 mar 2023
- 5 Min. de lectura

A todos alguna vez nos ha sucedido que nuestros resultados académicos no han sido los que, en un inicio, esperábamos, ¡pero no es malo! Aunque suene cliché pensar en que “los errores te hacen más fuerte”, esa frase algo de cierto tiene y es que caer nos brinda la oportunidad de florecer con aún más resiliencia y conocimientos.
Escribe: Camila Chong
No es sorpresa para nadie que la UP, conocida por su prestigio y excelencia académica, pueda jugarte una mala pasada si no estás preparado para el nivel requerido. Más aún, quizás este ciclo haya sido bastante duro para los cachimbos —y no solo me refiero a los ingresantes del 2022-2, sino también a todos aquellos “cachimbos virtuales”—. ¿Por qué? Simplemente porque si bien la virtualidad nos brinda flexibilidad para nuestro aprendizaje, nos creó el mal hábito de no saber estudiar correctamente. Es necesario reconocer que prepararse para rendir una PC con todos los apuntes sistematizados, en la comodidad y cotidianidad de nuestros hogares, no es lo mismo que estudiar sabiendo que no habrá ninguna ayuda, a excepción de la fe si es que eres creyente. Además de ello, súmale el hecho de que no estarás solo: por ahí, tal vez algunos de tus compañeros te hagan sentir más presionado ya que los percibes con tanta concentración que te bajonean más si es que notas que olvidaste estudiar algo del temario. Y, así sucesivamente podría seguir describiendo los trágicos escenarios que posiblemente ha conducido a más de uno al “fracaso académico”, pero ese no es el punto de esta nota, sino que aquí lo importante es aceptar lo sucedido y saber qué hacer al respecto en futuras oportunidades.
Para este punto, ya debes tener tus promedios finales. Primero, piensa: ¿realmente me esforcé en ese curso? ¿Me descuidé o es que lo subestimé y cuando lo noté era demasiado tarde para hacer algo al respecto? ¿Estaba demasiado estresado y no podía con la carga? ¿Algo más (fuera de la UP) me estaba sucediendo? Variadas serán las respuestas a estas cuestiones y ese es el punto: todos provenimos de diferentes contextos. Todo es relativo. Generalmente, nos comparamos con el resto de personas a nuestro alrededor y nos preguntamos cosas como: ¿qué hace para que le vaya tan bien en tal curso? E incluso podemos frustrarnos más por saber que le estamos dando más prioridad a tal curso y que aún así “nada funciona”. No obstante, muchas veces factores ajenos a nuestro control pueden afectarnos enormemente. Quizás sea la carga familiar por tener que apoyar con el negocio de tus padres o ayudar a cuidar a tus hermanos menores, quizás sea que vivas a gran distancia de la UP y te sientas muy cansado como para estudiar al regresar a casa, o quizás sea cualquier tema personal que te inquieta y te quita energía mental… Sea lo que sea, no te olvides de esas “pequeñeces” con las que lidias día a día y que claramente deben enorgullecerte, porque son retos que vas superando como puedes.
Ahora, haz una retrospectiva de tus métodos de estudio y cómo has ido enfrentando las pruebas. ¿Te funcionaron los resúmenes infinitos que solías usar para la virtualidad? Probablemente, no. Como ahora todo debe estar en tu mente para el momento en el que estés sentado en una carpeta con una hoja de indicaciones frente a tus ojos, lo extenso no te va funcionar a menos que goces de una súper memoria que te lo permita. Si es que no llegaste a modificar el cómo estudiar para tus PCs, parciales o finales y has sentido que no te ha estado yendo bien, tal vez lo mejor sea darle la oportunidad a otra estrategia. ¡Ah! Y, recuerda que no se estudia de la misma forma para todos los cursos. En lo personal, para las mates, me ha servido apuntar las fórmulas y pasos de resolución lo más sintetizado posible en una hoja para usarlo al resolver las listas y así ir familiarizándome con los temas. Pero, para los cursos generales de letras (por ejemplo, Filosofía), me fue útil realizar una lectura de mis apuntes de clase y, sobre la base de ello, elaborar un resumen con bullet points. En sí, todo debe estar en palabras clave, de nada te servirá volver a copiar a mano todo lo del ciclo, ya que será demasiado por procesar y será tiempo que pudo ser invertido más eficientemente. Aquí lo significativo no es resolver todos los ejercicios de todas las listas habidas y por haber, no es memorizar toda la teoría, no es copiar lo del solucionario, lo que sí importa es interiorizar la información y comprender qué es lo que estás haciendo sin mecanizarte.
Además, piensa en cómo ha sido la carga académica este ciclo y cómo la has sobrellevado. ¿Qué cursos has tenido? ¿Eran densos? ¿Su dificultad fue la esperada? La mayoría de veces nosotros damos por sentado el estrés y la preocupación por nuestro rendimiento académico como algo normal de la época universitaria. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Por ejemplo, por tratar de seguir la malla al pie de la letra, muchos nos hemos visto envueltos en semanas exageradamente cargadas por cruces de PCs y/o presentaciones de trabajos. Por ello, es importante reconocer nuestras limitaciones. Y, con eso, no me refiero a que no aspiren a superar grandes retos, al contrario, háganlo. A lo que apunto es que sean conscientes de lo que van a enfrentar antes de armar sus horarios definitivos para el ciclo… A veces, la mayor satisfacción no está en ir lo más rápido en la carrera, sino en colocarse a uno mismo como prioridad. Y, recuerda que puedes encontrar otras maneras de lidiar con la carga, tales como usar un planificador mensual o agenda para tener todo mapeado, recibir asesorías de alguna academia o, en el peor de los casos, retirarse del curso a tiempo para no comprometer el promedio ponderado y, en consecuencia, el factor de inscripción para la próxima matrícula.
Asimismo, aparte de dedicarte a estudiar, ¿has realizado alguna actividad que te guste? ¿Te has preocupado por ti mismo? Tener en cuenta nuestros hobbies es clave para sobrevivir. Ya sea realizar deporte, cocinar o pertenecer a alguna organización estudiantil, no dejes de hacer lo que amas a costa de conseguir las calificaciones perfectas. ¡No lo vale! Cada descanso, cada experiencia es esencial para continuar ofreciendo lo mejor de ti en cada aspecto. No todo gira en torno a la universidad.
Por último, nuevamente repito: si es que, en este ciclo, no te fue como esperabas. ¡No te preocupes! Habrá más oportunidades para darle una revancha al curso que tanto te costó o para no volver a hacer la misma combinación matadora que tanto te consumió. Si te preocupa atrasarte en la malla, puedes llevar el curso en verano o ir avanzando otros para aligerar la carga del ciclo regular. También te puede ayudar preguntar a conocidos de ciclos mayores qué hacer. Ello más el balance entre la UP y lo que es importante para ti extra-académicamente, hará que todo fluya mejor para la próxima.
Comments