Cuidado de la piel: Imprescindible para la prevención de enfermedades peligrosas
- Leydi Vasquez
- 26 ene 2023
- 3 Min. de lectura

Ya se encuentran transcurriendo los meses de verano en Perú (aunque no parezca), los rayos ultravioleta (RUV) se encuentran a su tope y es sumamente necesario comenzar a tener cuidados de piel mínimos para evitar cualquier daño solar, y empezar este 2023 con buena salud.
Desde la antigüedad hasta nuestros tiempos, se ha comenzado a emplear los rayos solares como tratamiento de diferentes enfermedades como la artrosis, la tuberculosis, el raquitismo y la psoriasis; es por ello por lo que se comenzó a difundir la idea de que el bronceado era sinónimo de salud. Sin embargo, en la actualidad, con la capa de ozono que cada vez más delgada, es evidente que la radiación solar no, necesariamente, ayuda a combatir algunas enfermedades, sino que podría producir otras más graves como el cáncer de piel (melanoma maligno), el carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células basales (Sordo y Gutiérrez, 2013).
Como señalan Sordo y Gutiérrez (2013), la radiación ultravioleta (RUV) se divide en tres tipos de radiación: la radiación ultravioleta A (UVA), la B (UVB) y la C (UVC). Las dos primeras son las que inciden con mayor fuerza en la superficie de la tierra y, por ende, en la piel. Así, la exposición prolongada a la UVB es la responsable del cáncer a la piel, pues penetra en la piel afectando la epidermis, lugar donde daña el ADN celular. Por otro lado, la UVA produce afecciones a la dermis, destruye las fibras elásticas y colágenas, condiciona el envejecimiento y daña el ADN celular actuando de manera sinérgica con la UVB. Por su parte, la UVC es filtrada por la capa de ozono en la estratósfera, la cual se encuentra en constante degradación por la contaminación ambiental.
El Perú se encuentra ubicado al Oeste del continente Sudamericano a una altura de 3500 msnm y 4100 msnm, lo cual es bastante elevado en comparación con sus países vecinos, y es de conocimiento que mientras más altitud, se recibe mayor cantidad de radiación, es por ello que Sordo y Gutiérrez (2013) mencionan que la distribución del cáncer de piel registrada es superior al promedio nacional (6.6%) en algunas regiones como la Libertad (10.7%), Cajamarca (9.5%), Madre de Dios (9.2%), San Martín (8.0%), Amazonas (7.9%), etc. En contraste, se ha observado que a mayor edad, mayor número de casos de cáncer de piel atendidos, pues, según la INEN, entre los años 2000 y 2011 el 1.5% de pacientes fueron menores de 20 años, el 7.7% tuvieron entre 20 y 39 años; el 26.8%, entre 40 y 59 años, y el 63.8% fueron mayores de 60 años.
Asimismo, Magariños, Mariño y Domínguez (2022) señalan que las personas con piel blanca fueron las más afectadas al igual que el fototipo cutáneo III y II, pero las personas con fototipo V, VI y, especialmente, el IV que tienen un tono de piel oscuro, tienen menor probabilidad de sufrir quemaduras solares y, por ende, de desarrollar cáncer de piel.
Debido a todas estas características el Círculo Dermatológico del Perú (CIDERM) realizó por primera vez, en 1995, una campaña para fomentar la prevención del cáncer de piel llamada “Campaña de Educación, Prevención y Detección Temprana de Cáncer de Piel y Melanoma” que pasaría a ser denominado “Día del Lunar”. Desde entonces, se realizan despistajes de melanomas malignos cada primero de febrero en el país.
Así, algunas recomendaciones que se pueden ver en este tipo de campañas son, principalmente, sobre el uso de elementos protectores como sombreros, ropa, lentes adecuados, sombrillas, toldos gruesos y protector solar. Este último no debería faltar en el día a día de las personas y se aplica cada treinta minutos antes de salir y, de ser necesario, volver a aplicarlo cada una o dos horas dependiendo de la actividad que se realice (Sordo y Gutiérrez, 2013). Por otro lado, no se recomienda la exposición solar entre las 10:00 am y las 16:00 pm, y tampoco es recomendable el bronceado natural ni las cabinas bronceadoras, pues incrementan la pigmentación en la piel y disminuyen la dosis mínima de eritema. Esta reducción de eritema disminuye las defensas de la piel para protegerse de los RUV y favorece la presencia de melanomas malignos. Por ello, es muy importante cuidar nuestra piel, especialmente en verano, porque a pensar de que no esté haciendo mucho calor los RUV siguen presentes y deteriorando nuestra piel.
Alomá Magariños, O. I., Tamayo Mariño, K., & Ruz Domínguez, J. E. (2022). Caracterización de pacientes con cáncer de piel y otras afecciones causadas por fotodaño. MEDISAN, 26(3).
Sordo, C., & Gutiérrez, C. (2013). Cáncer de piel y radiación solar: experiencia peruana en la prevención y detección temprana del cáncer de piel y melanoma. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 30, 113-117.
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